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Dicarquismo O Si La Razón Fuera Gobierno». Reseña – Juan David Hernández N.

18 Abr

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Revista Cosmocápsula número 16. Enero – Marzo 2016. Libros de ciencia ficción.

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Dicarquismo O Si La Razón Fuera Gobierno.  Reseña.
Juan David Hernández N.

1
En 1951, tres años después del Bogotazo, se publica en Colombia Dicarquismo o si la Razón Fuera Gobierno del…
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Dicarquismo O Si La Razón Fuera Gobierno". Reseña – Juan David Hernández N.

18 Abr

Revista Cosmocápsula número 16. Enero – Marzo 2016. Libros de ciencia ficción.

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Dicarquismo O Si La Razón Fuera Gobierno.  Reseña.

Juan David Hernández N.


1

12 dicarquismoEn 1951, tres años después del Bogotazo, se publica en Colombia Dicarquismo o si la Razón Fuera Gobierno del médico y ensayista Roberto Restrepo. La novela es relatada por un curioso narrador, quizá analista político, donde nos cuenta un viaje que realizó por varias semanas a un país llamado Dicarquia para tomar notas sobre el sistema político mediante el cual está dirigido el país, siendo Dicarquía uno de los mayores ejemplos a nivel mundial en cuanto a sistemas políticos. El doctor Restrepo dice en el prólogo “No es Dicarquia una isla. Es un país extenso, en el corazón de un continente, limítrofe con naciones de distinta índole y civilización, de las que hubiera podido recibir un acopio mayor de vicios que de virtudes.” El visitante es guiado por Darmavi, ciudadano dicarqués, que a pesar de su corta edad fue partícipe como joven rebelde al lado de otros apóstoles que buscaban hacer una revolución en su país para lograr un cambio político utilizando solamente las armas de la razón y la pulcritud de sus ambiciones, convirtiendo a Dicarquia en ejemplo de nación de entre todas las naciones en cuanto a su organización política. Hijo de un prestigioso político, motivo por el cual Darmavi no tiene ningún tipo de vienes ni de riqueza, pues en Dicarquia cuando alguien decide tomar como profesión la política debe dejar de lado todos sus bienes y riquezas con el fin de no manchar su campaña con este tipo de corruptores como lo es el dinero. Mientras el narrador conoce Dicarquia al lado de Darmavi, se va dando cuenta de las innumerables bondades que trae ser ciudadano de ese país. Dice el dicarqués a su visitante mientras lo recibe “De nadie se desconfía acá, porque si quien entra es hombre de bien nos enseñará a serlo, y si no lo es aprenderá a vivir como la razón manda.” (Pág. 17) Y esto es porque en Dicarquia se gobierna con la razón y gobernar con la razón, como nos lo demostrará el Doctor Restrepo, es quizá el mayor bien para los hombres.

El narrador queda sorprendido ante tal organización, ante la manera en cómo están organizados las tres ramas del poder público, ante la manera en cómo se concibe la democracia, ante la manera en cómo por medio de la educación se pretende evitar la delincuencia, ante la manera en cómo hay igualdad de castigos para los ciudadanos sin importar el poderío político o social que éstos tengan, ante el sistema penal, ante el sistema organizacional de toda la sociedad dicarqueza. La sorpresa no es exagerada, pues el modelo político en aquel país es de una ejemplaridad que más bien parece el establecimiento de algún tipo de contrato social pero sin soberano ni nada que perturbe la libertad ni la felicidad de los ciudadanos. Dicarquía puede ser perfectamente esa imagen narcisista de la cual todos y cada uno nos podemos enamorar, esa imagen que deseamos pero donde su belleza no está más que alterada por la magnificencia del escritor, pues al visitante remontarse a su realidad, a ser el paralelo con aquel país, se da cuenta que el suyo no es el paraíso como el de la imagen, no es como es Dicarquia.

Antes de la revolución, cuenta Darmavi, en Dicarquia todo era fruto de la ignorancia, la hipocresía, la mala fe y las intrigas bajas. Todo el dinamismo, toda la actividad del Estado y del individuo con relación a ideas de gobierno se basaban en las explosiones pasionales de hombres impulsivos y secretarios a quienes se debe el nombre de políticos, que por las calles y veredas explotaban la ajena credulidad y sembraban el odio entre hermanos. Tenían la audacia por guía, el cinismo por escudero, la hipocresía por señora, y por compañera de acción la fantasía. Pero luego de la reacción de los jóvenes rebeldes ante tan sucia manera de gobernar y de concebir el estado, vino el cambio, la transformación a un país donde reina la tranquilidad y en donde la única aspiración ciudadana es el trabajo que ayude a engrandecer la patria. Solo por mencionar algunos aspectos diré que en Dicarquia solo hay una fiesta patria, un día de fiesta nacional, y no referente a alguna victoria del pasado sino referente al día en el cual se paga el único impuesto del país, todos salen orgullosamente a celebrar por las calles portando un escudo rojo que los identifica como aquel que ya cumplió con el deber de pagar el impuesto, y aquel que no lo tenga será objeto de vergüenza. Se considera el ocio como la génesis de los demás delitos; a diferencia de los otros países donde los ciudadanos esperan todo del Estado, en Dicarquia el Estado brinda los medios para que el individuo pueda por sí mismo alcanzar sus aspiraciones pero gracias a su propio trabajo. Y así, son muchos los aspectos que encontramos en Dicarquia o si la razón fuera gobierno, como anhelo a alcanzar para el gobierno de nuestro propio país.

Al momento de pensar la manera en cómo comenzar a escribir de forma adecuada una correcta y completa presentación de la novela, me encuentro que primero debo ubicarla dentro de algún de los sub-géneros literarios de la novela. Dicarquismo o si la razón fuera gobierno, goza de ser utópica en la medida en que cumple con las tres funciones vitales de toda utopía2:

  1. Denuncia. El utopismo debe criticar al mundo real, debe hacer tomar conciencia de los acontecimientos políticos sucedidos en el momento. Esto lo logra R. Restrepo casi que a lo largo de toda su obra criticando el gobierno colombiano de aquel entonces, es más, no solo critica sino que crea otro: el gobierno de Dicarquia, mediante el cual hace tomar conciencia a sus lectores de las condiciones políticas del momento, del papel que debe jugar un verdadero gobierno y los gobernantes de un país, de las funciones de todas y cada una de las personas como ciudadanos de un Estado.

  2. Análisis. Este segundo punto se vincula fuertemente al primero, pues para poder generar una crítica política o de gobierno, se hace necesario que quien la realice (en este caso Restrepo) haya hecho un análisis de las condiciones políticas y de las deficiencias públicas en las que se encuentre el país. Análisis del cual el Doctor Restrepo no estaba desvinculado, pues para entonces ya llevaba diversos libros publicados en los cuales se encuentran La Revolución de las Ratas y ¿Degenera la raza? En los cuales podemos encontrar esa fuerte crítica a la política y al modo de gobierno del momento.

  3. Incentivo. Un utopismo, además de resaltar las limitaciones de una sociedad, también debe –dice Estrella López- mostrar otras formas y modos de vida. La forma de vida en Dicarquia, es la otra cara de la moneda que muestra el autor para poder plasmar la realidad y las miserias políticas que vive a diario.

 

Luego de haber fundamentado Dicarquismo o si la razón fuera gobierno en las tres funciones de todo utopismo, por mi parte agrego una cuarta función, o mejor, pongo dos elementos que deben convivir a la par en toda utopía con el fin de darle fuerza a la novela como utópica. Libertad y felicidad. Fueron estos dos elementos los que me permitieron, en gran medida, identificar la obra como una utopía y no como una distopía, pues en esta última se sacrifica la libertad individual de las personas con el fin de obtener una felicidad en general; 1984, por poner un ejemplo, es una obra donde se ve claramente el elemento constante de las prohibiciones para los ciudadanos: solo pronuncia estas palabras, no pienses en esto, no hagas esto, no tengas sexo, etc. Por su parte, en la obra de Restrepo tanto la felicidad como la libertad individual van de la mano, los ciudadanos deben cumplir con el deber fundamental de pagar un solo impuesto anual, el pago del mismo impuesto les llena de orgullo a todos y cada uno de ellos, no se les prohíbe decir alguna cosa que, aunque afecte al gobierno, sea verdadera, pues la verdad también debe primar en Dicarquia. Son también libres de elegir la religión que esté acorde con sus convicciones, la prensa es libre de divulgar cualquier información, siempre y cuando ésta sea verídica, el político revierte su papel al de nuestros gobiernos actuales, etc.

En el capítulo XV de la obra, luego de que ambos personajes sostienen un diálogo acerca de la eutanasia y la pena capital argumentando los motivos por los cuales son permisibles en Dicarquia, pasan al tema de la prostitución donde Darmavi dice al respecto: “En Dicarquia no se tolera la prostitución, o en otras palabras, las relaciones sexuales fuera del matrimonio son delito.” (Pág. 69) Esta parte de la obra, aunque nimia, es a mi parecer lo que refleja la parte mínima en alto grado de lo que tiene de distópica, aunque bien puede ser utópica para otros, como los conservadores, por ejemplo. Entiendo acá el término de distopía como una deformación negativa de la realidad, casi que una pesadilla, o como otros prefieren llamarla, una utopía negativa. Para mal de muchos de nosotros en Dicarquia se han abolido los prostíbulos y para tener sexo se hará necesario casarnos. Más adelante continúa Darmavi diciendo “El amor libre genera un alto porcentaje de los delitos” (Pág. 69) pues bueno, me encanta en amor libre y esperemos que ésta parte se quede solo en eso, en una utopía negativa, de lo contrario estaré condenado.

El último punto que trataré será el penúltimo capítulo, pues éste me parece que se aleja de la totalidad de la obra pero que deja ver de manera muy clara el pensamiento filosófico-político del Doctor Restrepo. Allí se habla de las relaciones exteriores de Dicarquia con otros países, de la eliminación de los cónsules y los diplomáticos pero también se habla de la paz y la guerra. Es evidente la paz interna en Dicarquia gracias a que goza de un excelente gobierno de la mano de unos buenos ciudadanos, también hay paz externa pero paz impuesta por Dicarquia, y es una paz impuesta no por medio del dialogo sino por medio de la fuerza bruta y del ejército. Así como en Dicarquia hay paz, también debe haber guerra, guerra externa para imponer la paz, guerra que permite la invasión de otros pueblos y países “Los pueblos débiles –dice Darmavi–, que no pueden resistir la lucha y sobrevivir a ella, son una antítesis biológica. Solo merecen la existencia los organismos fuertes…” (Pág. 184) Restrepo entiende que el estado de naturaleza del hombre es un estado de guerra, y es un estado de guerra porque la guerra conlleva poder, toma el estado de naturaleza hobbesiano y lo divulga por medio de Darmavi:

Un solo concepto ha levantado al hombre: el poder, con su aliado inseparable, la lucha. Y quien dice poder dirá Dios, supremo poder temerario de todos los pueblos; dirá religión, su síntesis, y dirá guerra. Pueblos sin religión y sin guerra no han tenido artes ni historia ni podrán tenerlas.3(Pág. 188)

Al momento de abordar una obra, cual quiera que sea, la abordamos porque tiene alguna vigencia para nosotros, alguna vigencia para la época actual, no en vano se sigue estudiando a los antiguos. Ésta obra en especial fue publicada por la editorial Zapata. Don Arturo zapata, dice Carlos Enrique Ruiz, fue un hombre de espíritu liberal, espíritu que a mi parecer confluía con el del Doctor Restrepo, espíritu de crítica fuerte y contundente que goza aún de relevancia para nuestra época, para nuestro gobierno. No creo más propicia respuesta a la vigencia actual de ésta obra que el poema de Eduardo Galeano titulado Utopía.

Ella está en el horizonte. 
Me acerco dos pasos, 
ella se aleja dos pasos más. 
Camino diez pasos 
y el horizonte se corre 
diez pasos más allá. 
Por mucho que yo camine 
nunca la voy a alcanzar. 
¿Para qué sirve la utopía? 
Sirve para eso: 
para caminar.

1 Roberto L. Restreto, Dicarquismo o si la Razón Fuera Gobierno. Casa y Talleres Gráficos Arturo Zapata, Segunda edición. Manizales, Colombia 1951

2Éstas tres funciones son propuestas por Estrella López en su artículo Distopía: otro final de la Utopía

3 Roberto L. Restreto, Dicarquismo o si la Razón Fuera Gobierno. Casa y Talleres Gráficos Arturo Zapata, Segunda edición. Manizales, Colombia 1951

 


Juan David Hernández N. Estudiante del pregrado de Filosofía y Letras de la Universidad de Caladas. Participante como estudiante desde Agosto del 2013 a la fecha, en el semillero EL ORNNITORRINCO vinculado al grupo de investigación de la Universidad de Caldas TÁNTALO, el cual se encuentra dirigido por el profesor Pablo R. Arango. Ha participado activamente en la producción del programa de radio La balsa de la medusa, programa Dirigido por Pablo R. Arando y realizado por estudiantes de filosofía de la Universidad de caldas, algunos de los programas en los que ha participado Juan David se pueden oír en los siguientes vínculos: i) una entrevista a la escritora colombiana Piedad Bonett: http://www.lapenultimaverdad.com/radio/108; ii) un programa sobre Julio Cortázar http://www.lapenultimaverdad.com/radio/67 También escribió un artículo sobre la figura de Salvador Dalí, que fue publicado en la página web del proyecto Laboratorio de comunicaciones de la Universidad de Caldas, el cual puede leerse en el siguiente vínculo: http://www.lapenultimaverdad.com/articulo/55

Actualmente hace parte de la dirección y realización del programa de radio Los Argonautas, los cuales pueden escucharse en el siguiente vínculo http://www.lapenultimaverdad.com/argonautas


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Revista Cosmocápsula número 16. Enero – Marzo 2016

Reseña: «Los hombres que aterrorizaron al mundo» de Diego Darío López Mera en ciencia-ficción.com

17 Jul

En el Sitio de Ciencia-Ficción ha sido publicada una breve reseña de la novela Los hombres que aterrorizaron al mundo del escritor vallecaucano Diego Darío López Mera en ciencia-ficción.com

El enlace a la reseña es: http://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op01924.htm

Reseña: "Los hombres que aterrorizaron al mundo" de Diego Darío López Mera en ciencia-ficción.com

17 Jul

En el Sitio de Ciencia-Ficción ha sido publicada una breve reseña de la novela Los hombres que aterrorizaron al mundo del escritor vallecaucano Diego Darío López Mera en ciencia-ficción.com

El enlace a la reseña es: http://www.ciencia-ficcion.com/opinion/op01924.htm

El Clon de Borges – Reseña

17 Dic

Originalmente en http://eltonhonores.blogspot.com. Copyright Elton Honores. Reproducido con autorización del autor.

Título: El Clon de Borgeselclondeborges

Autor: Campo Ricardo Burgos López
Número de Páginas: 124
Editorial: Edición de Autor
Ciudad: Bogotá
Fecha: Diciembre de 2010
Tapa: Rústica
ISBN: 978958447703-3

Me atrevo a decir que Campo Ricardo Burgos López (Bogotá, 1966) ha escrito una de las obras maestras de la ciencia ficción latinoamericana contemporánea: El clon de Borges (2010). Debo confesar que no me había divertido tanto desde Las aventuras del Barón de Münchhaussen de Bürger, que tengo como libro de cabecera, simplemente imperdible, infaltable en la biblioteca de un lector culto. Para escribir ficciones inverosímiles, imposibles hay que saber mentir, no importa el motivo, puede ser cualquier cosa, lo que importa es mantener la ilusión de lo posible. Aunque para algunos las categorías de verdad y ficción son opuestas, creo que en la novela de Burgos hay mucho de verdad.
Podría decir que Burgos es bizarro en su propuesta, pero también es iconoclasta, o mejor aún, yendo en contra de las convenciones, logra desarticular el sistema literario a partir de la especulación sobre la posible existencia, en el tiempo actual, de un clon del gran escritor argentino Jorge Luis Borges. Si bien existen múltiples novelas sobre el tópico del doble (que tras los avances de la ciencia, asume ahora otras formas), en ésta, se sirve el autor para desmitificar al propio Borges; a la vez que se presenta una novela de ideas que muestran las taras de la crítica literaria, de las historiografías e incluso de la propia teoría. Fíjense que esta operación no es poca cosa.

Mientras leía esta estupenda novela corta de ciencia ficción, me iba llenado de una leve sospecha, que confirmaba que los críticos no somos más que clones de un autor específico, intentando comprender los meandros, los enigmas de sus creaciones, en suma, develando los misteriosos pasajes, territorios, laberintos con que un autor va llenando ese vacío, esa página en blanco. Intentamos ser clones porque cuando operamos críticamente, queremos llegar a comprender todos los sentidos –matemáticamente– posibles de un texto, escrito por un autor, de carne y hueso e imperfecto. Queremos en suma, estar en la posición del autor, ponernos al mismo nivel lógico. Me suena falso lo del distanciamiento entre lector (crítico) y autor. Un crítico es un clon, alguien que imita, que se alimenta y especula gracias a los buenos escritores y sus libros (dixit: cuando leemos a Borges, “queremos” ser Borges, etc., aunque la teoría diga lo contrario). El teórico intenta ponerse por encima de todos, ver más allá, pero no puede escapar a su condición de clon de otros (teóricos). Pareciese como si el único ente original fuese el propio Dios. Y como se señala en la novela, es el único lector cuyo juicio estético realmente le importa al Borges dos, el clon, porque lo sabe todo y contiene el pensamiento de toda la humanidad.

La novela es también la historia del profesor Antonio Saker, probablemente alter-ego de Burgos, deliciosamente pintado en su condición laboral, que recibe la extraña invitación de Miguel Ospino, podríamos decir, más que un fan, es un “devoto” de Borges y (como nos enteraremos después) uno de los agentes que promovieron la clonación del Borges original, para obtener al Borges dos. Su “devoción” va más allá de la simple acumulación de obras, o de construir un museo de extrañas variantes de posibles del sujeto Borges. La clonación humana, con los dilemas morales que implica, no están exentos en la novela; pero más importante es el puro goce personal de la literatura: el Borges dos ha continuado la obra del Borges original, cuentos, ensayos y novelas. En El clon de Borges se deslizan fragmentos de estos textos apócrifos. La sola escritura real de éstas, daría pie otras obras, a otros libros, quizás igual o más memorables que los del propio Borges real. Imaginad la posibilidad de leer esos magníficos libros, que jamás llegarían a una edición masiva. Son libros únicos, privados, que recuperan de cierto modo el “aura”.

Sería magnífico que la novela de Burgos, llena de paradojas y reflexiones delirantes, encuentre canales adecuados para su difusión masiva en ámbito hispanoamericano y sea así clonada por los lectores. Otra posibilidad sería que sea leída solo por los amigos. En este segundo caso estaríamos ya dentro del universo insólito (pero posible) que la propia novela planeta. Elegid vosotros. Para mí este libro es, simplemente, una pequeña obra maestra.


Elton Honores. Investigador, crítico literario y profesor universitario. Egresado de la Maestría en Literatura por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Su principal campo de investigación es la literatura fantástica. Publica y participa como ponente en diversos medios y eventos académicos nacionales e internacionales. Ha publicado: Mundos imposibles. Lo fantástico en la narrativa peruana (Lima: Cuerpo de la Metáfora Editores, 2010. 255 pp.) y es coantologador de Los que moran en las sombras. Asedios al vampiro en la narrativa peruana (Lima: El lamparero alucinado, 2010. 276 pp.). http://eltonhonores.blogspot.com

Batalla por Terra – Reseña

16 Dic

Por David Pérez M.

elpollohipnotico.wordpress.com

Battle for Terra comenzó en Canadá como un cortometraje titulado Terra. Aunque se lanzó en 2007 en el Festival Internacional de Cine de Toronto, apenas en mayo de 2009 vino a ser estrenada en cines alrededor del mundo, pasando bastante desapercibido. El filme de animación computarizada tuvo un presupuesto que se estima en alrededor de 8 millones de dólares y fué dirigido por Aristomenis Tsirbas, quien también escribió la historia, en compañía de Evan Spiliotopoulos, autor del guión. Tsirbas es conocido por su trabajo en el campo de los efectos digitales y por varios cortometrajes, el más conocido de ellos “The Freak” (aún no lo he podido ver)

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